lunes, 24 de diciembre de 2007

Feliz Navidad

Feliz Navidad a la Noia de Blau de Susan Vreeland, la chica que me hace sonreir cada día, la que me hace feliz incluso en su ausencia, en su recuerdo, con sus palabras, con su sonrisa, con su mirada, blau como la noia... la de hace un frio del carajo y tiene mocos, la que se vendrá a Marruecos con mochila.
Feliz Navidad María.

A todos. FELIZ NAVIDAD

La estrella de mi navidad

¡Patata, Patata! ¡Treinta y tres, treinta y tres!

La sonrisa de la ilusión, la ilusión de la Navidad... un estado efímero y fugaz como la estrella, la estrella del portal, la del árbol, la de la fachada, la de nuestras casas... esa estrella que siempre está presente en estas fechas y que un día apagamos hasta el próximo año sin consultar. Una estrella condenada a una caja de cartón en el fondo de un cuarto oscuro. La estrella efímera de la Navidad.

Paseo por las calles de Madrid con su espiritu, sus gentes, sus sonrisas... las sonrisas maquiavélicas de la navidad.

Madrid huele a invierno y son tantos recuerdos... La carta a los Reyes Magos; cuando mamá se olvidaba de la salida de aire del metro en la calle Preciados y nos reiamos de su estiloso levantamiento de faldas a lo Marilyn; cuando papá nos llevaba a los puestos de bromas en la Pza. Mayor; las famosas napolitanas de crema en Sol; las luces; la exposición de belenes en la Cava Baja, las croquetas de bacalao en casa Labra, Cortilandia, las bengalas, las pelucas de colores...
Recuerdo otro Madrid en navidad... los días 22 de diciembre, el día de "las pellas" en el instituto; los bocatas de calamares en la Pza. Mayor, la guerrilla de agua en el estanque del retiro, las primeras salidas nocturnas, los primeros pedos de tarde...

Y el Madrid de ahora, el Madrid del Raúl enamorado, del Raúl feliz, del Raúl con ilusión, del Raúl con estrella, con una estrella ahí arriba que nunca condena al cuarto oscuro y que le guía, le guia a vivir, a tener ilusión, a ser feliz, a conformarse, a disfrutar con los demás, a ser generoso, y a intentar ser cada día mejor persona.

Él es la estrella todo el año, él es la estrella de mi navidad.

Feliz Navidad Yayo

jueves, 1 de noviembre de 2007

El caos impredecible

A veces vivimos un caos impredecible, el caos impredecible de la vida donde una sonrisa se convierte en llanto, donde unos ojos turquesa se convierten en lágrimas, donde el amor se convierte en dolor...
Mi mayor deseo en estos momentos es aliviar ese dolor pero se que nada ni nadie lo consigue. Lo se. Es el caos impredecible de la vida que duele, que oprime y no deja respirar.

El sol en una tarde de otoño, café con magdalenas, sal, una caricia, palabras, frases, una conversación de cortejo, agua, la guitarra, las calles, una voz, un beso, un te quiero, los amigos, el viento, un paseo, el mar, fotos, fotos de ahora, fotos de antes, fotos de mañana, alguien, alguien especial... La esperanza...

Mucho ánimo. Estamos juntos en este caos impredecible. No lo cura lo se, pero lo alivia.

Bailemos Facto.

viernes, 26 de octubre de 2007

Salir de la madriguera

Hay momentos en los que tienes la sensación que todo va mal, que no sabes muy bien como has llegado a ese punto pero que estás ahí, cavando tu propia madriguera, un laberinto subterráneo del que no te apetece salir pero que al mismo tiempo no te gusta, o no te llena, no estás bien pero te empeñas en estarlo.

Mi abuelo me diría a esto, "ay Raúl, parece mentira con la cabeza que tu tienes" no, no se refería al contorno que todo puede ser, se refería a mi capacidad de ver las cosas y tirar para adelante como se suele decir... Creo que me sobrevaloraba. Hoy estoy perdido y no hallo que hacer, perdido en la marabunta de mis neuronas...

Quiero cambiar, quiero hacer, quiero tener, quiero reír, quiero viajar, quiero saber, quiero gritar, gritar que soy feliz, que me gustas, que eres tú la persona más importante en mi vida. Yo estoy aquí, como siempre pensando en ti.

Quiero salir, salir de la madriguera, contigo, a la superficie... y gritar, gritar que eres tú.

domingo, 21 de octubre de 2007

Primer domingo de otoño

HOY es uno de los primeros domingos de otoño... café con ensaimadas para desayunar, El Pais, diario independiente de la mañana, ha pasado a ser el nuevo País, el periódico global en español... algo que a mi amigo Carod no le habrá sentado del todo bien, aunque, no se muy bien si por global o por español... en fin, ¡la política para los políticos! HOY es uno de esos primeros domingos con sol de otoño, luz de otoño y viento de otoño.

Una canción suena... Despertar de La Habitación Roja... no quiero despertar, quiero que me abrace como en cosas que hacen que la vida valga la pena, no mejor le abrazo yo... HOY le abrazo yo. Las sábanas se enredan y no nos dejan salir como en uno de esos escaparates del Zara Home, sí, es como si hubiéramos entrado en uno de esos escaparates con cama pomposa, sábanas, mantas, edredones y demás atrezzo, donde cada rincón, cada detalle está estudiado con agrado hacia la perfección. Y ahí estamos atrapados, en la perfección de estar juntos.

Sol de otoño sobre su pelo, miradas en los puestos del Raval, mi camiseta de Vespa, sus pantalones Thai, historias y risas del Raval al Gótico. Abuelas merendando en La Mistral, ¡Como saben nuestras abuelas! Ellas conocen esos domingos de otoño, ellas conocen esa sensación, ellas forman parte de ese 70% de la población que se enamora una vez en la vida. Lo veo en sus sonrisas, en sus miradas, en su bagaje de arrugas, las arrugas de la felicidad en esos primeros domingos de otoño.

María Te quiero

lunes, 15 de octubre de 2007

La calaña de la empresa

Tengo miedo, tengo miedo de convertirme como todos... en una rata de cloaca trepa, inhumana y de mal gusto, en un chupaculos lametintas, alguien sin sentido, sin rumbo, con una sola misión en su vida: la del éxito por el éxito.

En la universidad no nos enseñan a enfrentarnos a la dura y cruel realidad de la empresa, de la organización, del todo... de eso que te hace cada vez más grande y al mismo tiempo pequeño, diminuto diría yo...

Cuando entras en ese desencadenado mundo de la empresa ya no puedes parar... hay que crecer, crecer y seguir creciendo como aquel anuncio de matacucarachas... un día naces en una compañía cualquiera, son los duros comienzos... contratos de becario para acabar con suerte en un contrato mileurista indefinido...

Creces, creces con la organización, con tus jefes... creces rodeado de favoritismos e injusticias... creces vendiéndote, hay que venderse. Para crecer, o te vendes o tienes padrino. No importa lo inteligente que sea la persona, los valores éticos o humanos, su desempeño... solo importa el saber mostrarlo, el venderlo, o, en su defecto, tener un amigo de papá que se encarga de venderlo por ti, esto también funciona y a veces más rápido que uno mismo.

Te reproduces, llegas a llevar un equipo humano al que tienes que hacer crecer... tus secuaces, tus discípulos... algo así como un Mariano hecho a medida de un José María, algo así pero llevado al mundo de la empresa y repleto de Marianos, Marianos por todas partes... Son los valores que inculcas, lo que los americanos definen como tu Know-How, algo por lo que la empresa y tus seguidores te estarán agradecidos hasta tu cese.

Luego mueres. Es en este momento cuando habrás pasado sin pena ni gloria... El producto, la marca, la línea de negocio, la organización... todo eso será lo mismo, pero vendrá otro igual que tú... Tu relevo, que puede ser algún discípulo, algún Mariano, o no, quien sabe... Lo que está claro es que volverá al punto de partida... El también tiene que demostrar, se tiene que vender igual que lo hiciste tú... Época de renovación, de volver a empezar, todo lo anterior no vale, ¡es una mierda!

Éxito, poder, jerarquía, jefe, manager, el jefe del jefe, directos, consejero… Este es el maravilloso mundo de la empresa, lo que no se estudia en la universidad, lo que no te enseñan en las aulas.
Yo trabajo en esto de la empresa, soy uno de esos que está por ahí haciendo marketing, algo que ni mi abuela ni la tuya entienden pero que suena muy bien por la “tin” de –ting.

No me gusta dar consejos pero si alguna vez me reproduzco por aquellas casualidades… mi equipo será un equipo humano, lleno de valores y con actitud crítica ante las cosas, y sobretodo, con un gran gran espíritu de trabajo. Lo pasaremos bien que es lo importante. Será divertido y sobretodo enriquecedor para todos.

Seremos personas.

viernes, 12 de octubre de 2007

¡Teo, no vivas del pasado!

A veces la casualidad nos juega una mala pasada, vivir vidas a través de las demás o estancarnos en un punto del pasado, en una imagen, en una vivencia... puede ser perjudicial para el resto de nuestra vida, para el futuro. Pero creo que no habrá mucho más. Ya queda muy poco.

Estábamos con Susana, mi abogado, firmando nuestra separación de mutuo acuerdo. Pati y yo nos divorciábamos... un contrato de cláusulas de estos de compadece, de expone, de según decreto... un contrato con pasta de por medio donde el protagonista principal era nuestro hijo Teo que se había quedado con la madre de Pati mientras sus padres firmaban todo un comercio del que sería victima el resto su vida si no ponía remedio, pero yo estaba convencido de la inteligencia de mi hijo y estaba casi seguro que saldría adelante sin el pasado.

Aquella noche de octubre estaba decidido, le iba a comunicar a Pati el punto final, mi decisión firme y clara de no seguir con aquella falsa comedia jugando a la pareja del año. Hacía algún tiempo que me había liado con Tina, cajera en un super por las mañanas y camarera del Dory's, un bar donde solía ir los jueves a tomar copas con mi socio. Ahogábamos las penas, los problemas económicos de aquella absurda vida acomodada, y, también algunas alegrías. Aquella noche hice el amor una vez más con Tina y me sentí el hombre más libre del mundo. La vida era fácil a su lado.
¡Que absurdo! No me atreví, me limité a cenar el magret de pato que Pati había preparado mientras jugábamos una vez más a la pareja del año... El postre fue una prueba positiva de embarazo... Pati esperaba un hijo, algo que ella deseaba desde el día que nos casamos y que yo postergaba y hubiera postergado toda una vida a su lado.

Pati y yo nos liamos en un viaje universitario de fin de carrera. Me enamoró su mirada melancólica de una relación pasada. Yo dejé a la que era mi novia desde el instituto y en aquel momento pensé que Pati era la mujer de mi vida. Que siempre estaríamos juntos, que moriríamos juntos...

Estoy arruinado. Trabajé para grandes compañías, monté una empresa con mi socio que fracasó. Solo tengo dos cosas, a mí mismo y a mi botella.

Es curioso, esta noche iba en metro dirección Plaza Cataluña y he visto a mi hijo. Iba en un tren en dirección contraría. Iba leyendo un libro, le he mirado, le he intentado saludar y ha seguido indiferente leyendo su libro...

Vivo anclado en el pasado, anclado en los malos y en los buenos recuerdos... nuestro divorcio, las continuas peleas, los fracasos, los errores, el día de nuestra boda en aquella masía con nuestros amigos... ¡estaban todos! en Pati, en la universidad, en el viaje... Vivo a través de los demás, vivo de mi pasado.

Teo es más inteligente. Teo vive feliz. Teo vive el presente y cuida su futuro.

A Teo...

sábado, 6 de octubre de 2007

La vida es chula

Ella me mira con el rabillo del ojo y una tímida sonrisa que le cuesta disimular. No sabe que estaba escribiendo sobre ella y que lo acabo de borrar disimulando... La vida es chula es la marca de una camiseta, un regalo... más que un regalo, un mensaje... y es que la vida nunca fue tan chula hasta aquellos días. Los días de la distancia, la resistencia a un sentimiento que intentabamos invntar en el sofá o el portal. Dos puntos calientes en los que algunas veces imaginabas con rabia contenida... La vida es chula con María. Por cierto, la camiseta del mensaje la hicieron para ella... verde y azul, como sus ojos... como su sonrisa, a veces.

Y escucha música... intuyo su perfume, se acerca y me pilla escribiendo sin que me de tiempo a borrar una palabra...

Me abre la puerta, sonrie, me hace pase de modelos, toca la guitarra, me dedica una canción, discute, pone su cara de cabreo monumental, sonrie, sonrie... habla, canta, rie... se aleja en bici... está, no está, la echo de menos.

Es ella, lo sé.
La vida es chula con ella.

martes, 25 de septiembre de 2007

Pringao en restaurante Inn

La otra noche fui a cenar con mi amigo Vicente a uno de esos locales Inn de Barcelona, uno de esos en los que te tratan con una sonrisa más falsa que Judas y te ponen voz de lameculos... Como diría una amiga "un lieu très tendence"...

Pues bien, nos pusieron en un apartado donde ocupábamos la única mesa... nos sacaron una carta reducida y nos trataron por idiotas... la carta no correspondía con los platos que ya habíamos imaginado sobe la mesa tras leer otra muy distinta en la entrada. Lo cierto es que entramos aquel sitio por la carta del exterior y es en ese momento cuando nos quedamos mirando con cara de tontos y empezamos a sufrir un fenómeno más conocido como "la salivación" de Paulov... No me lo podía creer... bromeaba con Vicente diciendo: "Eso es que te han visto la pinta de madrileño cutre que me llevas y no nos dejan subir a la zona Vip..." Resultó que el "pringao" por el que se nos impedía acceder a la zona Vip, con la carta Vip, era yo... no daba crédito... Unas bermudas (puntualizo hasta los tobillos) de micropana y, bastante caras por cierto, eran el único impedimento.

La cosa acabó en que, como uno que aquí escribe es muy tozudo, finalmente me dejaron acceder a "la zona" con unos pantalones de tergal negro (2 tallas menos y con la cremallera rota). Lo que comúnmente venimos conociendo como "unos putos pantalones de camarero".

Me reí mucho esa noche, tengo que decir que todo estaba exquisito, que el nivel de salivación disminuía por momentos, que no dejamos viva a ninguna de las rubias siliconadas y que nos fuimos del lugar como marqueses... Por la puerta grande, ¡ah, esta vez pago la empresa!

lunes, 24 de septiembre de 2007

1978

¿Alguno de vosotros se siente identificado con la generación del 78? Yo, como tantos de vosotros, nací en 1978, año de cambios y esperanza, de miedos y contradicciones, de sueños y libertades, del caballo en el horóscopo chino...

Podríamos definirnos como la generación indefinida, una generación neutra en medio de la nada... Algunos nos bautizaron como "la generación X", otros se atrevieron con “la generación Y"... Yo creo que podemos tener cosas de ambas... Pertenecemos a una generación que conoció la tele en blanco y negro (en casa de mis abuelos, en la de mis padres ya había una Grunding color), que pasó de jugar con canicas a jugar a chapas en el parque, que vio como Mayra Gomez Kemp dio paso a las Mama Chicho y como desaparecían los dos rombos como si de la caída del imperio romano se tratara... y es que los dos rombos eran pieza clave en la historia de la televisión, todo un imperio en un régimen absurdo y mezquino.

Nos tachan de una generación sin valores, una generación no comprometida, individualista y egoísta... y es que el problema radica en la educación, y, no me refiero a la educación de las casas, me refiero a la educación social... a la que se da como consecuencia de un fenómeno social, y es que tras el "Baby boom" y la marcha de los pueblos a las ciudades, se produjo un Credo universal en el que nuestros padres creían a pies juntillas: "Quiero lo mejor para mi hijo" "Todo lo que yo no pude tener"

Entonces fue cuando pasamos de tener la California a la bici de montaña (la Panther creo que se llamaba), seguida de una moto para los fines de semana en el pueblo. Las Nike y la Nintendo se añadían a la colección... todo esto como envoltorio perfecto a una vida con casa en la montaña y apartamento en la playa... eso por no referirnos a las cosas cotidianas a las que no dábamos importancia pero que iban cambiando de modelo según el progreso tecnológico... La lavadora, la nevera, el lavavajillas, el primer ordenador en casa, el microondas (en mi casa fue todo un acontecimiento), cambio de tele, paso del Beta al VHS...

Ahora que hemos crecido y nos aproximamos a la treintena nos llaman "la generación Mileuristas". Seguramente mucho más preparados intelectualmente que nuestros padres y muchísimo más que generaciones venideras donde nacen con "un móvil bajo el brazo"... Solo algunos pocos han dejado esa vida de lujo y desenfreno parental para vivir la suya propia... la de un tío que no llega a fin de mes, con un alquiler o hipoteca en su defecto y que se desplaza en metro a un trabajo, que, no sabe si le llena del todo, pero que le permite vivir su vida y disfrutarla a su manera, la suya, la de las pequeñas cosas...

Y ahí está nuestro reto, el reto de los de la generación del 78... de empezar a valorar las cosas por nosotros mismos y... entre tanto "single", pareja sin hijos, separaciones y divorcios... si entre tanto egoísmo, algún día alguno de nosotros decide mejorar la especie y tener hijos con la persona que ama... ahí estará nuestro reto, en la educación, la educación en la generación del móvil. Ya lo dice mi madre: "Que difícil es la educación, ya verás cuando tengas hijos"

A mis padres...

Prólogo

Aquí comienza, damos la bienvenida, se inicia en éstas líneas, empieza hoy... ¿Por qué? por qué siempre nos empeñamos en que todo comienza por el principio, en que tiene que haber un génesis con manzana y serpiente, el hombre y la mujer, el árbol y todo... Nuestros mayores siempre se han esforzado por explicarnos el orden cronológico de las cosas, parece que no se entendieran de otro modo, como si tuviéramos que empezar una línea en un punto y seguir, seguir sí pero hacia donde, hacia arriba, hacia abajo, hacia la izquierda de un diestro, o hacia la derecha de un zurdo... Por qué los gatos siempre van hacia abajo... Por qué la hierba siempre crece hacia arriba...
Palabras como pasatiempo no empieza aquí, comenzó en un punto de mi cabeza hace ya algún tiempo y hoy ve la luz. Se materializa hoy gracias a la chica que quiero, que está a mi lado y me entiende. Ella es el principal motor de mi vida en estos momentos. Ya os hablaré de ella más adelante, o más hacía atrás... Se lo dedico a los ojos de Ana, la Ana de Medem, la de Otto, la Caótica... a mi Ana. Y a todos vosotros, a los que están y los que ya no están pero que estarán... A las mil vidas, a las Palabras. Te quiero.