domingo, 25 de mayo de 2008

Para que no me olvides

Ya os había dicho que era un gran defensor del cine español y ahí va una muy buena película de Patricia Ferreira, Para que no me olvides. No apta para la incontinencia lagrimal. Indicaciones de uso: siempre cerca de un paquete de clinex...

Cuenta la historía de David, un estudiante de 22 años que convive con su madre y su abuelo Mateo (el gran Fernando Fernán-Gómez), superviviente de la Gerra Civil y, sobretodo de la posguerra.

En Mateo se centra gran parte del conflicto de la película, un conflicto dramático que apela a las emociones del espectador. En este sentido, "Para que no me olvides" representa un cambio de registro en la trayectoria de Patricia Ferreira, quien en sus dos primeras apuestas -"Sé quién eres" y "El alquimista impaciente"- se mantuvo en los cánones del thriller.

Hubo una época en la que Mateo se sintió siempre "en manos de un régimen implacable". Son esas vivencias las que interesan a su nieto, los recuerdos que el protagonista y a través de él, la directora, quieren fijar en la memoria colectiva en un esfuerzo contra el olvido. David encuentra en su abuelo la complicidad necesaría cuando decide irse a vivir con su novia, Clara (Marta Etura).

Una noticia traumática cambiará la existencia de estos personajes que tendrán que aprender a vivir de nuevo, descubriendo cada uno lo que no sabía de los demás, apelando al recuerdo, a la memoria contra el olvido.

Una película con la que me siento claramente identificado por el amor que David siente por Clara, la relación tan estrecha con su madre, las manzanas verdes; mis preferidas, y, sobretodo, veo en Mateo un ser entrañable e inolvidable, mi abuelo.


domingo, 18 de mayo de 2008

5 veces 2

Comienza aquí una seríe de relatos sobre mis películas preferidas y, aunque soy un gran defensor del cine español, hoy os voy a hablar de 5 veces 2 de Fraçois Ozon.
La película cuenta una historia de pareja, Marion y Gilles, distribuida en cinco episodios que se presentan en orden cronológico inverso (divorcio, fidelidad, nacimiento del hijo, boda y primer encuentro). El guión te seduce desde el primer momento lleno de sutilezas y matices, jugando con el espectador, invitandote a completar la historia; muy a lo Ozon.
La peli está llena de sentimiento y de infinidad de temas que sin duda te hacen reflexionar en el principal: la vida en pareja de 2 treintañeros. Ruptura amistosa, desencuentros, desavenencias, dificultades, infidelidades, ambigüedad, hipocresía, inseguridades, inapetencia, incomunicación, falsedad, el volverlo a intentar, la frigidez de Marion, lo retorcido de Gilles, y un buen sabor de boca con las miradas, las sonrisas, la conquista, lo bonito del comienzo...
5 veces 2 es mi película preferida de François Ozon aunque muy recomendable también Swimingpool y Le temps qui reste (con esta última prepararos para un hartón de llorar).
Os dejo con un momento de la peli y con la música de Paolo Conte's "Sparring Partner" que me emocionó desde que la escuché por primera vez...


Del ático al entresuelo


El otro día, en uno de esos momentos de autismo absoluto; esos momentos a los que sin esfuerzo alguno te invita esta gran ciudad que es Barcelona, me preguntaba acerca de nuestras vidas aquí. Me preguntaba por aquellos que nos definimos urbanitas y que practicamos esta afición común de convivir con las miradas, las aficiones, las conversaciones y tantas otras cosas del resto. A veces, persiguiendo la diferenciación, la originalidad frente al otro. A veces, haciendo caso omiso alrededor, sin importarnos la imagen expuesta de uno mismo.
Una afición común: Todos escuchamos lo ajeno. En un restaurante, en la calle, en casa, en el trabajo, tras la esquina... es inherente a los sentidos, inherente al ser humano... las culturas es lo de menos.
Pensé -Vivimos como las abejas, sí, llegué a la conclusión que mi edificio era una colmena, una gran colmena y, si haces una foto mental de todo lo que acontece en un momento puntual del ático al entresuelo, es realmente una aventura, una amalgama de seres, los unos encima de los otros, en vertical con gravedad horizontal. Me gustaba la idea de imaginar por un momento, por un instante lo que hacía toda esa gente que a diario me encontraba por la escalera, como la abeja hasta que llega a su celda. Un ejercicio de imaginación que consiste en hacer una foto mental del edifico sin fachadas, o ver a través de las ventanas... algo así como el nº 13 de la Rue del Percebe...
La jovencita arquitecto del quinto segunda que no tiene otro objetivo que hacer de sus 38 metros cuadrados de piso el proyecto arquitectónico de su vida, y sacar a su mala bestía entre otros... la deficiente del tercero, fruto de una relación de juventud de su madre del segundo, comiendo helado, chucherías y más helado frente al televisor... la pareja jóven nacionalista que acaba de alquilar su piso a un gay inglés pudiente, tiene pinta de empresario moderno. El vive ahora en el segundo cuarta, al que se acaba de trasladar su novio creo, un catalán mucho más jóven... Debajo, la nota de inmigración, pero sin escandalos, aunque hay uno que se pasa 24 horas viendo la tele... Compartiendo rellano, una mujer mayor a la que le encanta cotillear... Al lado, la abuela de la deficiente y debajo en el entresuelo, una lesbiana traductora... Luego están otros casos, el profesor de gimnasia corto de mente, la niñita jóven que ha heredado el piso de papá; la pareja del ático, muy alternativa; un arquitecto, un ingeniero, un abogado y su mujer rubia de ojos claros, pasea a su niño de tres años en una de esas bicis de toda la vida, le hace aún más esbelta y elegante... el matrimonio con el piso en venta hace más de un año... y muchos muchos más. Entre ellos yo, al que los demás no sé como definirán... Ah, también hay un par de locos, pero sin escándalos, uno viste siempre en chándal negro y verde y, otro es mi vecino del cuarto primera, autista pero de los de verdad...
Y todos ellos compartiendo colmena, en vertical, ahora imagino el edificio sin fachadas por un momento...
Como la foto, la capacidad de desenfocar y ver más allá, mucho más lejos, más allá de las vidas ajenas... en un ecosistema llamado ciudad.