viernes, 26 de octubre de 2007

Salir de la madriguera

Hay momentos en los que tienes la sensación que todo va mal, que no sabes muy bien como has llegado a ese punto pero que estás ahí, cavando tu propia madriguera, un laberinto subterráneo del que no te apetece salir pero que al mismo tiempo no te gusta, o no te llena, no estás bien pero te empeñas en estarlo.

Mi abuelo me diría a esto, "ay Raúl, parece mentira con la cabeza que tu tienes" no, no se refería al contorno que todo puede ser, se refería a mi capacidad de ver las cosas y tirar para adelante como se suele decir... Creo que me sobrevaloraba. Hoy estoy perdido y no hallo que hacer, perdido en la marabunta de mis neuronas...

Quiero cambiar, quiero hacer, quiero tener, quiero reír, quiero viajar, quiero saber, quiero gritar, gritar que soy feliz, que me gustas, que eres tú la persona más importante en mi vida. Yo estoy aquí, como siempre pensando en ti.

Quiero salir, salir de la madriguera, contigo, a la superficie... y gritar, gritar que eres tú.

domingo, 21 de octubre de 2007

Primer domingo de otoño

HOY es uno de los primeros domingos de otoño... café con ensaimadas para desayunar, El Pais, diario independiente de la mañana, ha pasado a ser el nuevo País, el periódico global en español... algo que a mi amigo Carod no le habrá sentado del todo bien, aunque, no se muy bien si por global o por español... en fin, ¡la política para los políticos! HOY es uno de esos primeros domingos con sol de otoño, luz de otoño y viento de otoño.

Una canción suena... Despertar de La Habitación Roja... no quiero despertar, quiero que me abrace como en cosas que hacen que la vida valga la pena, no mejor le abrazo yo... HOY le abrazo yo. Las sábanas se enredan y no nos dejan salir como en uno de esos escaparates del Zara Home, sí, es como si hubiéramos entrado en uno de esos escaparates con cama pomposa, sábanas, mantas, edredones y demás atrezzo, donde cada rincón, cada detalle está estudiado con agrado hacia la perfección. Y ahí estamos atrapados, en la perfección de estar juntos.

Sol de otoño sobre su pelo, miradas en los puestos del Raval, mi camiseta de Vespa, sus pantalones Thai, historias y risas del Raval al Gótico. Abuelas merendando en La Mistral, ¡Como saben nuestras abuelas! Ellas conocen esos domingos de otoño, ellas conocen esa sensación, ellas forman parte de ese 70% de la población que se enamora una vez en la vida. Lo veo en sus sonrisas, en sus miradas, en su bagaje de arrugas, las arrugas de la felicidad en esos primeros domingos de otoño.

María Te quiero

lunes, 15 de octubre de 2007

La calaña de la empresa

Tengo miedo, tengo miedo de convertirme como todos... en una rata de cloaca trepa, inhumana y de mal gusto, en un chupaculos lametintas, alguien sin sentido, sin rumbo, con una sola misión en su vida: la del éxito por el éxito.

En la universidad no nos enseñan a enfrentarnos a la dura y cruel realidad de la empresa, de la organización, del todo... de eso que te hace cada vez más grande y al mismo tiempo pequeño, diminuto diría yo...

Cuando entras en ese desencadenado mundo de la empresa ya no puedes parar... hay que crecer, crecer y seguir creciendo como aquel anuncio de matacucarachas... un día naces en una compañía cualquiera, son los duros comienzos... contratos de becario para acabar con suerte en un contrato mileurista indefinido...

Creces, creces con la organización, con tus jefes... creces rodeado de favoritismos e injusticias... creces vendiéndote, hay que venderse. Para crecer, o te vendes o tienes padrino. No importa lo inteligente que sea la persona, los valores éticos o humanos, su desempeño... solo importa el saber mostrarlo, el venderlo, o, en su defecto, tener un amigo de papá que se encarga de venderlo por ti, esto también funciona y a veces más rápido que uno mismo.

Te reproduces, llegas a llevar un equipo humano al que tienes que hacer crecer... tus secuaces, tus discípulos... algo así como un Mariano hecho a medida de un José María, algo así pero llevado al mundo de la empresa y repleto de Marianos, Marianos por todas partes... Son los valores que inculcas, lo que los americanos definen como tu Know-How, algo por lo que la empresa y tus seguidores te estarán agradecidos hasta tu cese.

Luego mueres. Es en este momento cuando habrás pasado sin pena ni gloria... El producto, la marca, la línea de negocio, la organización... todo eso será lo mismo, pero vendrá otro igual que tú... Tu relevo, que puede ser algún discípulo, algún Mariano, o no, quien sabe... Lo que está claro es que volverá al punto de partida... El también tiene que demostrar, se tiene que vender igual que lo hiciste tú... Época de renovación, de volver a empezar, todo lo anterior no vale, ¡es una mierda!

Éxito, poder, jerarquía, jefe, manager, el jefe del jefe, directos, consejero… Este es el maravilloso mundo de la empresa, lo que no se estudia en la universidad, lo que no te enseñan en las aulas.
Yo trabajo en esto de la empresa, soy uno de esos que está por ahí haciendo marketing, algo que ni mi abuela ni la tuya entienden pero que suena muy bien por la “tin” de –ting.

No me gusta dar consejos pero si alguna vez me reproduzco por aquellas casualidades… mi equipo será un equipo humano, lleno de valores y con actitud crítica ante las cosas, y sobretodo, con un gran gran espíritu de trabajo. Lo pasaremos bien que es lo importante. Será divertido y sobretodo enriquecedor para todos.

Seremos personas.

viernes, 12 de octubre de 2007

¡Teo, no vivas del pasado!

A veces la casualidad nos juega una mala pasada, vivir vidas a través de las demás o estancarnos en un punto del pasado, en una imagen, en una vivencia... puede ser perjudicial para el resto de nuestra vida, para el futuro. Pero creo que no habrá mucho más. Ya queda muy poco.

Estábamos con Susana, mi abogado, firmando nuestra separación de mutuo acuerdo. Pati y yo nos divorciábamos... un contrato de cláusulas de estos de compadece, de expone, de según decreto... un contrato con pasta de por medio donde el protagonista principal era nuestro hijo Teo que se había quedado con la madre de Pati mientras sus padres firmaban todo un comercio del que sería victima el resto su vida si no ponía remedio, pero yo estaba convencido de la inteligencia de mi hijo y estaba casi seguro que saldría adelante sin el pasado.

Aquella noche de octubre estaba decidido, le iba a comunicar a Pati el punto final, mi decisión firme y clara de no seguir con aquella falsa comedia jugando a la pareja del año. Hacía algún tiempo que me había liado con Tina, cajera en un super por las mañanas y camarera del Dory's, un bar donde solía ir los jueves a tomar copas con mi socio. Ahogábamos las penas, los problemas económicos de aquella absurda vida acomodada, y, también algunas alegrías. Aquella noche hice el amor una vez más con Tina y me sentí el hombre más libre del mundo. La vida era fácil a su lado.
¡Que absurdo! No me atreví, me limité a cenar el magret de pato que Pati había preparado mientras jugábamos una vez más a la pareja del año... El postre fue una prueba positiva de embarazo... Pati esperaba un hijo, algo que ella deseaba desde el día que nos casamos y que yo postergaba y hubiera postergado toda una vida a su lado.

Pati y yo nos liamos en un viaje universitario de fin de carrera. Me enamoró su mirada melancólica de una relación pasada. Yo dejé a la que era mi novia desde el instituto y en aquel momento pensé que Pati era la mujer de mi vida. Que siempre estaríamos juntos, que moriríamos juntos...

Estoy arruinado. Trabajé para grandes compañías, monté una empresa con mi socio que fracasó. Solo tengo dos cosas, a mí mismo y a mi botella.

Es curioso, esta noche iba en metro dirección Plaza Cataluña y he visto a mi hijo. Iba en un tren en dirección contraría. Iba leyendo un libro, le he mirado, le he intentado saludar y ha seguido indiferente leyendo su libro...

Vivo anclado en el pasado, anclado en los malos y en los buenos recuerdos... nuestro divorcio, las continuas peleas, los fracasos, los errores, el día de nuestra boda en aquella masía con nuestros amigos... ¡estaban todos! en Pati, en la universidad, en el viaje... Vivo a través de los demás, vivo de mi pasado.

Teo es más inteligente. Teo vive feliz. Teo vive el presente y cuida su futuro.

A Teo...

sábado, 6 de octubre de 2007

La vida es chula

Ella me mira con el rabillo del ojo y una tímida sonrisa que le cuesta disimular. No sabe que estaba escribiendo sobre ella y que lo acabo de borrar disimulando... La vida es chula es la marca de una camiseta, un regalo... más que un regalo, un mensaje... y es que la vida nunca fue tan chula hasta aquellos días. Los días de la distancia, la resistencia a un sentimiento que intentabamos invntar en el sofá o el portal. Dos puntos calientes en los que algunas veces imaginabas con rabia contenida... La vida es chula con María. Por cierto, la camiseta del mensaje la hicieron para ella... verde y azul, como sus ojos... como su sonrisa, a veces.

Y escucha música... intuyo su perfume, se acerca y me pilla escribiendo sin que me de tiempo a borrar una palabra...

Me abre la puerta, sonrie, me hace pase de modelos, toca la guitarra, me dedica una canción, discute, pone su cara de cabreo monumental, sonrie, sonrie... habla, canta, rie... se aleja en bici... está, no está, la echo de menos.

Es ella, lo sé.
La vida es chula con ella.